"Encuentra la Paz".
"Yo les he dicho estas cosas para que en mĆ hallen paz. En este mundo afrontarĆ”n aflicciones, pero ¡anĆmense! Yo he vencido al mundo"
Dicta una canción que son "grandes y fieles, todas las promesas que el SeƱor me ha dado, en ella yo por siempre confiarĆ©". Esta alabanza nos recuerda que las promesas de JesĆŗs son vivas, y que el cielo y la tierra pasarĆ”n, mĆ”s su Palabra permanecerĆ” (Mateo 24:35). Aquellos que pretendan vivir en Justicia y andar en la sabidurĆa deberĆ”n indudablemente arrimarse al Buen Ćrbol que es JesĆŗs. Es la misma Biblia la que asegura que Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arepienta (NĆŗmeros 23:19). El atributo que nos lleva a confiar en Ćl es su Fidelidad. Esa fidelidad nos conduce a obedecer. AsĆ que no basta con estar atentos a escuchar la voz de nuestro SeƱor, sino que debemos responder con confianza en esas palabras. Y si Ćl dijo que tendrĆamos aflicciones, TENDREMOS AFLICCIONES.
3-Acepta la paz de JesĆŗs
AsĆ mismo, Cristo en una ocasión expresó: "La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden." ( Juan 14:27) No se trata de la paz que este mundo nos ofrece: comodidades, riqueza, fama. La medicina para encontrar esa tranquilidad espiritual es dada por el mismo JesĆŗs en su discurso. Y he ahĆ una de las bellas muestras de la confianza que podemos depositar en Ćl. Hoy dĆa recibimos diversos consejos de muchas fuentes, pero muy pocas proveen la manera de solucionar nuestros problemas. JesĆŗs no solo advierte de la presencia futura de dificultades, sino que nos entrega la solución: Ćl mismo. Ćl es nuestra paz ( "para que en mĆ hallen paz"). Ćl es esa paz que al afirma Pablo en su carta a los filipenses:" sobrepasa todo entendimiento, cuidarĆ” sus corazones y sus pensamientos en Cristo JesĆŗs.(Filipenses 4:6-7 ) La confianza de este apóstol, le hizo cada vez mĆ”s fuerte en medio de las tormentas (aguijón en la carne, prisones, etc) que usualmente afrontaba. AsĆ mismo destinaba siempre la paz del SeƱor en cada una de sus cartas a las iglesias, deseando que en todas circunstancias el SeƱor estuviese con todos (2 Tesalonicenses 3:16). Porque es el SeƱor Jesucristo nuestra Paz verdadera
4-SĆ© un vencedor en JesĆŗs
JesĆŗs nos invita a tener Paz, pero no se enfoca en nuestras ansias de tenerla ni siquiera en nuestros esfuerzos por lograrla. JesĆŗs se enfoca en su victoria. Teológicamente se vislumbran tres enemigos del cristiano: el pecado, satanĆ”s y el mundo. Es ese mundo colmado de costumbres paganas e idólatras,de ideales antibĆblicos y pecaminosos, guiados por el enemigo de Dios. JesĆŗs en la cruz del Calvario venció, lo que tambiĆ©n significa que abrió el camino hacia su perfecta Paz. Restableció la paz del hombre para con Dios por medio de la Justificación que solo Su sangre ofrece(Romanos 5:1). AsĆ que para vencer la tribulación que hoy te aflije, la enfermedad espiritual que te impide el gozo, la lĆ”grima constante, el pesar latente, la Ćŗnica manera es por medio de JesĆŗs. Ćl garantiza la victoria.
LĆneas finales:
¿Deseas paz? Ya no la busques en el lugar incorrecto. Atiende a estas Palabras Sabias a tu Alma: Escucha a JesĆŗs, porque solo Ćl tiene el mensaje correcto. ConfĆa en las palabras de JesĆŗs porque solo Ćl te ofrece la seguridad. Acepta la Paz de JesĆŗs, la que Ćl ofrece: Su propia persona. Y SĆ© un vencedor en JesĆŗs, porque Ćl ha vencido este mundo, pues solo Ćl puede otorgarte la Paz en medio de la tormenta.
Lic. Orisbel Rios GonzƔlez
Juan 16:33
La vida estĆ” llena de fracasos. JesĆŗs mismo lo afirmó: "En este mundo afrontarĆ”n aflicciones". No era un monólogo, no se habló a sĆ mismo(afrontarĆ”n), JesĆŗs destinó estas palabras para ti y para mĆ. Parte de la vida se centra en esos momentos en los que no todo marcha como esperĆ”bamos, cuando el "color rosa" de la vida se vuelve opaco por las adversidades y problemas. Es ahĆ justamente en medio de la tribulación, donde estamos llamados por JesĆŗs a seguir varios consejos que te ayudarĆ”n a levantarte y caminar confiado.
1- Escucha a JesĆŗs.
"Yo les he dicho estas cosas". La voz dulce del SeƱor queda revelada en el mensaje de Su Palabra. Ćl no solo nos advierte de las calamidades que han de sobrevenirnos, sino que nos alerta a vivir en medio de una generación que sufrirĆ” esas consecuencias. En esa ocasió JesĆŗs les dice a sus discĆpulos que habrĆa de irse y que ellos llorarĆan de dolor y que se pondrĆan tristes (Juan 16:20). Ćl les habló en varias ocasiones del dolor que se avecinaba a este mundo, incluyendo a sus propios seguidores. En el Sermón del Monte, JesĆŗs afirmó que serĆan "perseguidos por causa de la justicia, insultados y dicho todo gĆ©nero de mal contra vosotros falsamente"(Mateo 5:10 RV). Pero no solemos escuchar. La tecnologĆa en avance y la dinĆ”mica de la vida nos han asegurado una sociedad que ha olvidado escuchar. La juventud no quiere escuchar. AsĆ que el primer consejo consiste en Escuchar a JesĆŗs.
2- ConfĆa en las palabras de JesĆŗs
La vida estĆ” llena de fracasos. JesĆŗs mismo lo afirmó: "En este mundo afrontarĆ”n aflicciones". No era un monólogo, no se habló a sĆ mismo(afrontarĆ”n), JesĆŗs destinó estas palabras para ti y para mĆ. Parte de la vida se centra en esos momentos en los que no todo marcha como esperĆ”bamos, cuando el "color rosa" de la vida se vuelve opaco por las adversidades y problemas. Es ahĆ justamente en medio de la tribulación, donde estamos llamados por JesĆŗs a seguir varios consejos que te ayudarĆ”n a levantarte y caminar confiado.
1- Escucha a JesĆŗs.
"Yo les he dicho estas cosas". La voz dulce del SeƱor queda revelada en el mensaje de Su Palabra. Ćl no solo nos advierte de las calamidades que han de sobrevenirnos, sino que nos alerta a vivir en medio de una generación que sufrirĆ” esas consecuencias. En esa ocasió JesĆŗs les dice a sus discĆpulos que habrĆa de irse y que ellos llorarĆan de dolor y que se pondrĆan tristes (Juan 16:20). Ćl les habló en varias ocasiones del dolor que se avecinaba a este mundo, incluyendo a sus propios seguidores. En el Sermón del Monte, JesĆŗs afirmó que serĆan "perseguidos por causa de la justicia, insultados y dicho todo gĆ©nero de mal contra vosotros falsamente"(Mateo 5:10 RV). Pero no solemos escuchar. La tecnologĆa en avance y la dinĆ”mica de la vida nos han asegurado una sociedad que ha olvidado escuchar. La juventud no quiere escuchar. AsĆ que el primer consejo consiste en Escuchar a JesĆŗs.
2- ConfĆa en las palabras de JesĆŗs
Dicta una canción que son "grandes y fieles, todas las promesas que el SeƱor me ha dado, en ella yo por siempre confiarĆ©". Esta alabanza nos recuerda que las promesas de JesĆŗs son vivas, y que el cielo y la tierra pasarĆ”n, mĆ”s su Palabra permanecerĆ” (Mateo 24:35). Aquellos que pretendan vivir en Justicia y andar en la sabidurĆa deberĆ”n indudablemente arrimarse al Buen Ćrbol que es JesĆŗs. Es la misma Biblia la que asegura que Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arepienta (NĆŗmeros 23:19). El atributo que nos lleva a confiar en Ćl es su Fidelidad. Esa fidelidad nos conduce a obedecer. AsĆ que no basta con estar atentos a escuchar la voz de nuestro SeƱor, sino que debemos responder con confianza en esas palabras. Y si Ćl dijo que tendrĆamos aflicciones, TENDREMOS AFLICCIONES.
3-Acepta la paz de JesĆŗs
Una de los versos mÔs mencionados de la Biblia es el Salmos 4:8. En él, el salmista denota su confianza total en su Dios: "En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado." Este verso no solo nos insta a a descansar en la absoluta seguridad que Dios ofrece, sino a entender que solo Dios puede hacernos vivir confiados.
AsĆ mismo, Cristo en una ocasión expresó: "La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden." ( Juan 14:27) No se trata de la paz que este mundo nos ofrece: comodidades, riqueza, fama. La medicina para encontrar esa tranquilidad espiritual es dada por el mismo JesĆŗs en su discurso. Y he ahĆ una de las bellas muestras de la confianza que podemos depositar en Ćl. Hoy dĆa recibimos diversos consejos de muchas fuentes, pero muy pocas proveen la manera de solucionar nuestros problemas. JesĆŗs no solo advierte de la presencia futura de dificultades, sino que nos entrega la solución: Ćl mismo. Ćl es nuestra paz ( "para que en mĆ hallen paz"). Ćl es esa paz que al afirma Pablo en su carta a los filipenses:" sobrepasa todo entendimiento, cuidarĆ” sus corazones y sus pensamientos en Cristo JesĆŗs.(Filipenses 4:6-7 ) La confianza de este apóstol, le hizo cada vez mĆ”s fuerte en medio de las tormentas (aguijón en la carne, prisones, etc) que usualmente afrontaba. AsĆ mismo destinaba siempre la paz del SeƱor en cada una de sus cartas a las iglesias, deseando que en todas circunstancias el SeƱor estuviese con todos (2 Tesalonicenses 3:16). Porque es el SeƱor Jesucristo nuestra Paz verdadera
4-SĆ© un vencedor en JesĆŗs
JesĆŗs nos invita a tener Paz, pero no se enfoca en nuestras ansias de tenerla ni siquiera en nuestros esfuerzos por lograrla. JesĆŗs se enfoca en su victoria. Teológicamente se vislumbran tres enemigos del cristiano: el pecado, satanĆ”s y el mundo. Es ese mundo colmado de costumbres paganas e idólatras,de ideales antibĆblicos y pecaminosos, guiados por el enemigo de Dios. JesĆŗs en la cruz del Calvario venció, lo que tambiĆ©n significa que abrió el camino hacia su perfecta Paz. Restableció la paz del hombre para con Dios por medio de la Justificación que solo Su sangre ofrece(Romanos 5:1). AsĆ que para vencer la tribulación que hoy te aflije, la enfermedad espiritual que te impide el gozo, la lĆ”grima constante, el pesar latente, la Ćŗnica manera es por medio de JesĆŗs. Ćl garantiza la victoria.
LĆneas finales:
¿Deseas paz? Ya no la busques en el lugar incorrecto. Atiende a estas Palabras Sabias a tu Alma: Escucha a JesĆŗs, porque solo Ćl tiene el mensaje correcto. ConfĆa en las palabras de JesĆŗs porque solo Ćl te ofrece la seguridad. Acepta la Paz de JesĆŗs, la que Ćl ofrece: Su propia persona. Y SĆ© un vencedor en JesĆŗs, porque Ćl ha vencido este mundo, pues solo Ćl puede otorgarte la Paz en medio de la tormenta.
Lic. Orisbel Rios GonzƔlez
Comentarios (0)
Publicar un comentario
Cancel