El problema de los neopastores (ministros) que se enriquecen y desestiman la frase "trabajo secular"

Mientras Jesús no tenía "donde recostar su cabeza", pareciera que aquella que se hace llamar su iglesia busca garantizar sus bienes materiales. Constantemente vemos y criticamos a llamados pastores que tienen varios vehículos, varias casas, miles o millones en sus cuentas bancarias. Esto no es provechoso al Reino de los Cielos, es solo provechoso al reino de sus estómagos y egocentrismo.

No menos peor son aquellos autodenominados apóstoles, profetas y profetizas, salmistas, levitas, pastoras, etc que aunque endulzan con sus palabras no traen gloria al Dios del Evangelio, al JesĆŗs que de despojó de todo. Ellos solo avergüenzan al Padre, pisotean la sangre del Hijo y desprecian la voz del EspĆ­ritu Santo. 

El profeta Ezequiel en su libro estableció una fuerte advertencia de parte de Dios contra los pastores en Israel, que tenían varias características (leer todas las características en Ezequiel 34, al final de este artículo).

Son descuidados con quienes tienen a su cargo, no les interesa su salvación ni su crecimiento espiritual, solo sacar provecho de ellos, buscan un interés personal, etc. (MÔs adelante escribiré un artículo sobre las características bíblicas para identificar a un mal pastor)

El Evangelio es solo accesible al espĆ­ritu pobre, al alma desposeĆ­da. La unción del EspĆ­ritu Santo solo estĆ” derramada en el hombre que estĆ” dispuesto a soportar calamidades y hasta persecución a causa del Evangelio, que al final, es lo mĆ”s valioso. 

No, no y no. Los oficios ministeriales no son para el enriquecimiento personal ni familiar. No te dejes engaƱar con filosofĆ­as baratas donde hay palabras predominantes en los discursos: "siembra plata, Dios duplicarĆ” lo que des en la ofrenda, lo mĆ”s importante es el diezmo, etc". 

Si bien la obra misionera requiere dinero para llevarse a cabo, es un acto irresponsable y hasta diabólico el manipular a las ovejas, a los hermanos de las congregaciones para terminar viviendo una vida que JesĆŗs rehusó a vivir. 

El tema del trabajo secular para los ministros

O pensemos en el apóstol Pablo. Fundó iglesias, se preocupaba por ellas y aunque les enviaba cartas solicitando sus bondadosas ofrendas, era un hombre que entendĆ­a que muchas veces (la mayorĆ­a), las ofrendas no suplen las necesidades locales. Es asĆ­ que tenemos a un apóstol trabajando (en las ocasiones que era requerido), un apóstol 'doblando el lomo' mientras hacĆ­a casas de campaƱa para vender y esto ayudaba en su sustento o en los gastos que generaban sus viajes misioneros, o incluso escribir cartas, y enviarlas. 

Al parecer la palabra 'trabajo secular' es casi una obscenidad para muchos ministros tanto de las falsas doctrinas como de la sana. Tengamos cuidado de no caer en estos engaƱos o acciones que desmejoran la efectividad de nuestro ministerio. 

Dios te dio una mente, dos manos y dos pies para el trabajo. Si tu congregación es pequeƱa, o los ingresos son insuficientes, si el apoyo misionero que recibes es escaso: PONTE A TRABAJAR. No lograrĆ”s nada con las quejas, no avanzarĆ”s. Y no te morirĆ”s si trabajas y llevas adelante la obra al mismo tiempo, yo dirĆ­a que eso forjarĆ” tu carĆ”cter, o, en palabras de JosĆ© MartĆ­: "el trabajo ennoblece al hombre". 

Y para aquellos que malinterpretarĆ”n el sentido y esencia de estas palabras, me gustarĆ­a aclararles algo: 
Como misionero y por experiencia propia considero un trabajo todo ministerio. No estoy en contra de que los pastores y misioneros puedan ser sustentados de las ayudas y ofrendas locales como no locales. Mi escrito solo expone una realidad en nuestros dĆ­as y que debemos estar dispuestos a cambiar para que la gloria de Dios sea mĆ”s visible en la comunicación de un Evangelio despojado de "falsas prosperidades y promesas monetarias". 

No todo estĆ” perdido

En lo personal conozco a muchos siervos que no entran en las categorĆ­as aquĆ­ expuestas. Y doy gloria a Dios porque les(nos) guarda y sostiene a pesar de las diversas pruebas, cargas que normalmente acompaƱan al ministerio. 

Es mi deseo y mi oración que reconsideremos estos problema y nos dispongamos a tener la suficiente humildad para que permitir que el Espíritu Santo obre en nuestras almas.

VersĆ­culos a leer y considerar:

Hechos 18:1–4 (RVR60):

"1Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. 2Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, 3y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas. 4Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos."

Mateo 8:20

"Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza."

1 Corintios 9: 14-16

"14 AsĆ­ tambiĆ©n ordenó el SeƱor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga asĆ­ conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. 16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por quĆ© gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mĆ­ si no anunciare el evangelio!

Leer Ezequiel 34 con mucha atención


Vino a mĆ­ palabra de JehovĆ”, diciendo: 2 Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: AsĆ­ ha dicho JehovĆ” el SeƱor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sĆ­ mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaƱos? 3 ComĆ©is la grosura, y os vestĆ­s de la lana; la engordada degollĆ”is, mas no apacentĆ”is a las ovejas

4 No fortalecisteis las dĆ©biles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habĆ©is enseƱoreado de ellas con dureza y con violencia. 

5 Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. 6 Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas.

7 Por tanto, pastores, oĆ­d palabra de JehovĆ”: 8 Vivo yo, ha dicho JehovĆ” el SeƱor, que por cuanto mi rebaƱo fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sĆ­ mismos, y no apacentaron mis ovejas; 9 por tanto, oh pastores, oĆ­d palabra de JehovĆ”. 

10 Asƭ ha dicho JehovƔ el SeƱor: He aquƭ, yo estoy contra los pastores; y demandarƩ mis ovejas de su mano, y les harƩ dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarƔn mƔs a sƭ mismos, pues yo librarƩ mis ovejas de sus bocas, y no les serƔn mƔs por comida.

11 Porque asĆ­ ha dicho JehovĆ” el SeƱor: He aquĆ­ yo, yo mismo irĆ© a buscar mis ovejas, y las reconocerĆ©. 12 Como reconoce su rebaƱo el pastor el dĆ­a que estĆ” en medio de sus ovejas esparcidas, asĆ­ reconocerĆ© mis ovejas, y las librarĆ© de todos los lugares en que fueron esparcidas el dĆ­a del nublado y de la oscuridad. 

13 Y yo las sacarĆ© de los pueblos, y las juntarĆ© de las tierras; las traerĆ© a su propia tierra, y las apacentarĆ© en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del paĆ­s. 14 En buenos pastos las apacentarĆ©, y en los altos montes de Israel estarĆ” su aprisco; allĆ­ dormirĆ”n en buen redil, y en pastos suculentos serĆ”n apacentadas sobre los montes de Israel. 15 Yo apacentarĆ© mis ovejas, y yo les darĆ© aprisco, dice JehovĆ” el SeƱor. 

16 Yo buscarƩ la perdida, y harƩ volver al redil la descarriada; vendarƩ la perniquebrada, y fortalecerƩ la dƩbil; mas a la engordada y a la fuerte destruirƩ; las apacentarƩ con justicia.

17 Mas en cuanto a vosotras, ovejas mĆ­as, asĆ­ ha dicho JehovĆ” el SeƱor: He aquĆ­ yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabrĆ­os. 

18 ¿Os es poco que comĆ”is los buenos pastos, sino que tambiĆ©n hollĆ”is con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas claras, enturbiĆ”is ademĆ”s con vuestros pies las que quedan? 19 Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habĆ©is enturbiado.

20 Por tanto, asĆ­ les dice JehovĆ” el SeƱor: He aquĆ­ yo, yo juzgarĆ© entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21 por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las dĆ©biles, hasta que las echasteis y las dispersasteis. 22 Yo salvarĆ© a mis ovejas, y nunca mĆ”s serĆ”n para rapiƱa; y juzgarĆ© entre oveja y oveja. 

23 Y levantarƩ sobre ellas a un pastor, y Ʃl las apacentarƔ; a mi siervo David, Ʃl las apacentarƔ, y Ʃl les serƔ por pastor. 24 Yo JehovƔ les serƩ por Dios, y mi siervo David prƭncipe en medio de ellos. Yo JehovƔ he hablado.

25 Y establecerĆ© con ellos pacto de paz, y quitarĆ© de la tierra las fieras; y habitarĆ”n en el desierto con seguridad, y dormirĆ”n en los bosques. 26 Y darĆ© bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y harĆ© descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serĆ”n. 

27 Y el Ć”rbol del campo darĆ” su fruto, y la tierra darĆ” su fruto, y estarĆ”n sobre su tierra con seguridad; y sabrĆ”n que yo soy JehovĆ”, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos. 28 No serĆ”n mĆ”s por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarĆ”n; sino que habitarĆ”n con seguridad, y no habrĆ” quien las espante. 

29 Y levantarĆ© para ellos una planta de renombre, y no serĆ”n ya mĆ”s consumidos de hambre en la tierra, ni ya mĆ”s serĆ”n avergonzados por las naciones. 

30 Y sabrƔn que yo JehovƔ su Dios estoy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice JehovƔ el SeƱor. 31 Y vosotras, ovejas mƭas, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice JehovƔ el SeƱor.

Si esta lectura ha sido de edificación para tu vida, no olvides compartirla y comentar aquĆ­ abajo quĆ© temas te gustarĆ­a leer. Dios te bendiga y te guarde. 

Comentarios (0)

Publicar un comentario

Cancel